lunes, 3 de marzo de 2014

"Confiaré que no tardarás si yo espero"...

Me han hecho llegar un articulo del P. Castellani, "Sobre la esperanza y sus contrarios". Es un articulo esclarecedor, me ha dejado sin palabras y si bien, Castellani, suele hacerlo seguido, esta vez reemplazó el habitual sabor agridulce por una inyección de fervor.
En el texto se nos muestra como los "potenciales" (situaciones futuras imaginadas) impiden que los hombres vislumbren por medio de la esperanza los bienes intermedios o el Bien Final, de manera tal que la inteligencia iluminada por la esperanza mueva la voluntad y se realicen los actos tendientes a conseguir dichos bienes.


(...) " Una buena descripción para esas imaginaciones tan nuestras, que elaboramos en modo potencial: yo seria, yo haría, yo habría hecho....; o en modos verbales cercanos: ¡ah, si yo fuera, si yo pudiese, si yo hubiera o hubiese hecho....!, y que están ubicadas en el infierno de la pereza, cerrándonos el paso, impidiéndonos salir de el.
Porque si el cristianismo es esperanza (y lo es fundamentalmente), el peor enemigo de la esperanza cristiana no es tanto la desesperación, a pesar de ser su contrario, sino esta suerte de falsa esperanza que acatamos complacidos, no solo en la adolescencia sino también en la vida adulta, como un ejercicio de la fantasía o un juego de la imaginación, pero que muchas veces es refugio de nuestra cobardía y pretexto de nuestra pereza ante la propia conciencia, que se duerme acunada por estos cuentitos de hadas.
Justamente lo contrario es lo que hace la esperanza. Al activar el deseo, la esperanza pone en marcha la acción, es virtud que impulsa la ejecución, no en modo potencial sino indicativo. Acción presente o futura, pero siempre real.
Y lo hace en relación al mas alto bien de la Vida Eterna (por eso la esperanza en teologal), pero también en relación a los otros altos bienes, siempre con referencia al fin ultimo.(....)"

Las palabras del Padre son sumamente útiles para quienes  vean en si mismos la amenaza de la pereza desesperanzadora. 

(...) "La esperanza hace al hombre magnánimo, mientras que la falta de esperanza lo transforma en perezoso y pusilánime, alguien que vive de sueños o fantasías, delirios de grandezas o, cuanto menos, inútiles buenas intenciones, de las que esta lleno el infierno, según verifica uno de los potenciales de Marechal." (Y según lo que siempre ha dicho mi Abuela).

Para finalizar, Castellani, deja en claro que la esperanza no es una virtud voluntarista, pues requiere de la Gracia de Dios para operar ademas de la conformidad del sujeto que la ejerce. Remata, pues, el articulo con la "Oración del Alma Enamorada" de San Juan de la Cruz. Espero que les guste.

"¿Quién se podrá librar de los modos y metas bajas,
 si no le levantas tú a ti en pureza de amor, Dios mío?
¿cómo se levantará a ti el hombre,engendrado y criado en bajezas,
si no le levantas tú, Señor,con la mano que le hiciste?

No me quitarás, Dios mío,lo que una vez me diste en tu único Hijo Jesucristo,
en que me diste todo lo que quiero.
Por eso confiaré que no te tardarás si yo espero.
Míos son los cielos y mía es la tierra;
mías son las gentes, los justos son míos y míos los pecadores.
Los ángeles son míos,y la Madre de Dios. 
Y todas las cosas son mías. 
Y el mismo Dios es mío y para mí, 
porque Cristo es mío y todo para mí.
Pues ¿qué pides y buscas, alma mía?
Tuyo es todo esto, y todo es para ti.
No te pongas en menos ni repares en migajas 
que se caen de la mesa de tu Padre.
Sal fuera y gloríate en tu gloria,
escóndete en ella y goza,
y alcanzarás las peticiones de tu corazón."

¡Nos vemos!


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