viernes, 9 de noviembre de 2012

Ya nos fuimos de tema, de CATÓLICAS, ni el nombre.

Estimados todos, 
Lean la siguiente nota, que no tiene desperdicio y nos encontramos mas abajo para reflexionar.

EL ESTADO DEBE PROTEGER A LAS MUJERES QUE ABORTAN "El Derecho Canónico es más comprensivo que el Código Penal"

Entrevista a Marta Alanis, integrante de Católicas por el Derecho a Decidir Argentina.
Viernes 19 de octubre de 2012
Marta Alanís, de Católicas por el Derecho a Decidir, desnuda las internas al interior de la Iglesia Católica y denuncia el violento accionar de los grupos fundamentalistas.
Por José Cornejo, Agencia Paco Urondo
Marta Alanís: Es un movimiento de mujeres católicas que surge allá por el año 89. Somos mujeres que venimos de esa tradición y nos fuimos agrupando a partir de una disidencia con la jerarquía de la Iglesia en temas de moral sexual y reproducción. La mayoría de católicos y católicas utilizamos métodos anticonceptivos, usamos condón y queremos educación sexual para nuestros hijos y nietos. Las mujeres católicas y no católicas recurren al aborto y por eso queremos que sea legal.
Somos parte de la Red Latinoamérica de Católicas por el Derecho a Decidir, tenemos una sede en Córdoba y otra en Buenos Aires.
APU: ¿Tiene algo que ver con el catecismo tercermundista que se dió en América Latina hacia los sesenta y setenta?
Marta Alanís: Nosotros surgimos después de la teología de la liberación, que abre una puerta muy grande a la teología negra, a la teología feminista y empezamos a mirar la propia religión, la propia doctrina con unos lentes nuevos. Vemos mujeres que se reúnen para leer la biblia con ojos de mujer, cómo deconstruir los mitos, lo sagrado y lo culto que son absolutamente patriarcales, que son misóginos y siguen postergando a la mujer que sigue estando, en una actitud servil.
APU: ¿Con qué discusiones se encuentran al interior de la Iglesia?
Marta Alanís: Primero que la Iglesia Católica no es monolítica, no somos las únicas que pensamos de esa manera. Hay sacerdotes, hay apertura en el tema. En las últimas décadas, el sector más conservador, casi fundamentalista, está en el poder de la Iglesia, desde el vaticano a las jerarquías locales. No tenemos buen diálogo con los obispos pero sí con muchos sacerdotes, con laicos y religiosas.
APU: ¿Algunos aceptan discutir estos temas?
Marta Alanís: Tienen posturas menos duras. Hay matices como en todos lados. La estructura de la Conferencia Episcopal Argentina hace 20 años era mucho más dura que ahora, pero no es para decir que sean feministas. Nosotros sí somos un movimiento de mujeres católicas identificadas con el feminismo, con las mujeres en su vida cotidiana, pero no tenemos diálogo con los obispos y ellos rara vez se ocupan de nosotras. Sólo los grupos ultracatólicos son los que dicen cosas aberrantes de nosotras, incluso hemos recibido amenazas. Estos grupos pro vida hacen amenazas de muerte a quienes piensan diferente. Las jerarquías de vez en cuando se ocupan de nosotras y dicen que no somos católicas o hacen algún cuestionamiento sobre si pertenecemos o no al catolicismo como si hubiera un grado para medirlo.
La diferencia es que nosotros decimos lo que pensamos y rompemos con el doble discurso de la Iglesia. En el ámbito privado la mayoría de la gente no piensa como la jerarquía católica, pero no lo dice. Nosotras rompemos con eso y sabemos que al plantear las cosas abiertamente nos exponemos a ciertos embates de estos sectores.
APU: ¿Qué elementos toman del catolicismo para fundamentar su postura?
Marta Alanís: Hay cuatro puntos. Primero, la doctrina de la Iglesia reconoce la libertad de conciencia y ante un dilema ético es la persona que está atravesando la situación la que debe decidir en base a su conciencia, aun cuando contradiga las enseñanzas generales.
Segundo, hay otra teología muy antigua que dice que donde hay duda, hay libertad. Si es un tema sobre el que no hay consenso en la Iglesia católica, la ciencia o la filosofía, como por ejemplo, sobre en qué que momento esa vida en gestación empieza a ser persona, entonces nosotras en relación al aborto decimos que cuando hay duda hay libertad.
Por otro lado, hay una teología que habla del mal menor. Ante un dilema ético el que las dos opciones son problemáticas y difíciles, la opción ética es por el mal menor. Una mujer puede considerar que interrumpir un embarazo es un mal menor.
Por ultimo, el aborto es materia del derecho canónico, y éste es más comprensivo que el propio Código Penal.
Por eso tenemos disidencias, pero no en contra de lo que dice la Iglesia sino que tenemos disidencias con lo que dicen los sectores jerárquicos porque no reflejan la doctrina. El derecho canónico dice que si una mujer se practicara un aborto, no tiene pena ni castigo. Además, si es menor de 17 años, si se encuentra presionada o sufre violencia, todas esas cuestiones son atenuantes. Eso de que una mujer que aborta es excomulgada automáticamente, es falso. La excomulgación es un proceso complejo en la Iglesia y tiene un montón de atenuantes en todos los casos. Que ninguna mujer se sienta excomulgada porque se practicó un aborto en un momento de su vida.
APU: Después de Juan XXIII el papado tuvo un giro conservador ¿Por qué siempre gira hacia planteos más duros?
Marta Alanís: En las principales religiones del mundo ha llegado a la máxima autoridad el ala más conservadora y fundamentalista. Por ejemplo, la Iglesia Católica hasta el año 1989 en todas sus declaraciones se mostraba anticomunista y en defensa de la propiedad privada. Después de la caída del Muro de Berlín no se toca más ese tema, y es la mujer, el feminismo, el modo de familia, la sexualidad y el aborto lo que se pone en el centro del discurso de la jerarquías y cada vez con más virulencia. ¿Por qué se da? Porque han triunfado, es una relación de fuerza. En su momento, Juan XXIII pudo hacer lo que hizo pero su sector terminó desplazado.
http://agenciapacourondo.com.ar/secciones/ddhh/9591-2012-10-19-22-03-17.html                                                                 


Si se han tomado el trabajo de leer, lo que dice

esta mujer deben haber notado las MENTIRAS, que supura su boca.
La mitad de las cosas no hay que desdecirlas porque la mentira y mala intensión son tan evidentes que ningún católico consiente de su Fe y con sentido común se atrevería a aceptarlo.
Ahora lo relativo al derecho canónico  si, pues es algo técnico, que implica cierto grado de estudio jurídico  Es decir, cualquier católico sabe que el aborto esta prohibido por la Iglesia, ahora, tal vez ignora lo que implica.
Entonces primero lo primero, la Sra. miente, el articulo del Código que trata el tema señala lo siguiente:







Es bastante claro, quien procura aborto, entiéndase: 

  • la mujer que aborta. 
  • quien la aconseja en post del crimen. 
  • quien no le dice que implica tal terrible acto.
  • el médico y todo personal que forme parte.

Todos ellos. Y todo aquel que procure el

ABORTO, si este se produce es EXCOMULGADO 

"latae sententiae". Es decir, que no hace falta que 

medie proceso o juicio que la declare, por haberse 

cometido el acto, quedan excomulgados

INSTANTÁNEAMENTE. 

Dios lo vió, Dios lo sabe. 

¿Qué busca esta tipología de aplicación de la 

pena? Con esto se manifiesta la gravedad del

crimen, la Iglesia que administra todo el TESORO

DE LA GRACIA, ata y desata en la tierra y en el Cielo. 

Por lo que posee potestad mas que suficiente para establecer la pena.


Luego, deducimos que la Sra. no conoce un ápice de derecho canónico. 


Lo que si conoce bien es el deseo de manipular y aprovecharse de la ignorancia de los demás.

De allí la radical importancia de conocer nuestra propia Fe, para que esta gente no tenga oportunidad de engañar a nadie.

¡Me despido!

¡Tengan un santo fin de semana!


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