jueves, 6 de septiembre de 2012

Humildemente...

Escribo  ahora, pues me ha costado aceptar el sentimiento de molestia que me invade desde hace unos días.
Así que lo admito, me ha causado una gran tristeza la muerte de Rubén Calderón Bouchet
No la esperaba, me ha sorprendido. 
Yo  soy una gran admiradora y agradecida de su obra.
Aunque no viene al caso expresar lo que todos ya saben, por justicia diré que ha sido un católico de pura sepa, un soldado de Cristo Rey. 
Y esa tristeza por su pérdida solo me hace gritar desde lo mas profundo de mi alma lo que el poeta mexicano, Ramón López Velarde, expresa en estas palabras: 



"Señor, este juguete
de corazón de imán,
te ama y te confiesa
con el intimo ardor
de la raíz que empuja
y agrieta las baldosas seculares." 



Pues eso es lo que hizo este admirable catedrático argentino, agrietó y rompió las baldosas seculares. 
Proclamó que existe un universo ordenado y lógico donde Cristo Vence, Cristo Reina, Cristo Impera.
Dios lo conserve en Su Misericordia y nos permita HUMILDEMENTE, seguir sus pasos.

¡Nos vemos!

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