lunes, 19 de mayo de 2014

La última de mis preocupaciones ha sido esta, ser una chica moderna.

Mi madre antes de comenzar a trabajar espero que todos sus hijos (el batallón) estuvieran crecidos, y solo en ese instante buscó un empleo de medio tiempo que coincidiera con el horario en que nosotros estábamos en el colegio. Eso sucedió porque una familia con varios hijos es difícil de mantener con un solo sueldo, a ver, vivimos en ARGENTINA, crisis económica tras crisis. 
Mi situación es otra, a mi edad mi madre tenia ya 4 hijos, y si bien ella era profesional había decidido no ejercer mientras no fuera indispensable.
La semana pasada en mi oficina una mis compañeras señaló lo inconveniente de ser madre a temprana edad o de tener muchos hijos, pues eso retrasa o impide el desarrollo personal. BENDITO DESARROLLO PERSONAL. Su interlocutora replicaba que no era imposible, que se podía hacer todo. Correr del trabajo a la escuela, buscar a los hijos (mas de 2, nunca), llevarlos a alguna actividad deportiva, ir a gimnasio y mantenerse "bonitas", salir con el marido (en el mejor de los casos) y ser perfeccionista en el área profesional que desarrolle.
A mi me agotó solo el hecho de enumerarlo y cuando me consultaron sobre mis ideas sobre el tema, se desencadenó la 3ª Guerra Mundial.  
Me enteré que NO SOY UNA CHICA MODERNA, Deo Gratias! 
Pues, yo les remití al ejemplo de mi madre. Y les dije que suponía que, Dios mediante haría algo similar. Comenté que no creo que deje de desarrollarme por criar a mis (hipotéticos) hijos sino que eso me hace mas plena, que ningún hombre, trabajo, accesorio o gimnasio haría eso conmigo. Que todas, incluidas ellas, habían nacido para eso y que, justamente en eso, hallarían la felicidad plena. 
Traté de mostrarles como los sistemas políticos y económicos como el comunismo o su hermano gemelo, el liberalismo, habían quitado del hogar a las mujeres haciéndolas trabajar en ámbitos poco recomendables, haciendo huérfanos por ausencia a sus hijos y que como corolario, les inducían a pensar que eso era SU derecho.

La charla terminó como terminan todas las charlas con chicas modernas, en el mejor de los casos, queda en el ámbito de la opinión personal supurando un hediondo aroma a subjetivismo que pretende mantener la paz, mientras caminamos hacia el abismo. 
Así que, habiendo expuesto la verdad, me quedé tranquila. Dios hará florecer su Palabra en ellas mas tarde o mas temprano.
Yo, a Dios rezando y con el mazo dando.

¡Nos vemos!


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