miércoles, 10 de julio de 2013

Mi respuesta.

Me han acercado este comentario realizado en el tan estimado blog Página Católica, publicado el día 9 de Julio pasado.

"Anónimo dijo...
Les voy a pedir un favor, si alguien puede hacerle llegar este comentario a chica católica pues no encuentro su correo electrónico.
Es con respecto a la última nota de su blog.
La chica que escribe en una revista sobre la modestia me parece que está redireccionada de agradar a los jóvenes con ropa ajsutada al cuerpo a agradar a los mísmos jóvenes pero con ropa mas decente; es decir que en el fondo no es agradar a Dios lo que busca sino a los jóvenes.
Habla mucho de la dignidad y se derrama en el artículo que más debería haber leído su director espiritual que haberlo publicado en una revista, con la que solo logró quedar desnuda ante los lectores, lo cual es falta de discreción. Al final se desnudó igual aunque se vista tan modesta y recatadamente. Desnudó su alma." 

Aquí va mi respuesta. Primero le agradezco al anónimo su opinión, es constructiva y a mi entender movida por un santo celo  por las almas. 
Entiendo la postura, al momento de publicar la nota yo he tenido el mismo parecer que  usted sobre la "motivación de la escritora" para orientar su exterior a la modestia en el vestir. Pero al instante pensé que la carta hacia palpable el como Dios nos usa a todos como "causas segundas", por decirlo en  palabras de Santo Tomás. 
Me explico. 
La joven que se atrevió a "desnudar el alma" contando su camino hacia la modestia nos deja ver como un buen hombre católico e integro, le ha demostrado  con su sola presencia que su vestir no era el correcto, orientándola hacia el Bien y la Belleza con mayúscula  
Eso me ha parecido un ejemplo edificante, no solo para las chicas católicas que luchan diariamente contra la inmodestia (y sabe Dios lo difícil que es) sino también para los varones, por eso lo he dedicado a mis amigos.  
Pues un buen varón,  uno santo, que camine rectamente hacia Dios, puede "cambiar" el alma de una mujer haciéndola fértil para que de frutos abundantes por amor a Dios. 
Esto sucede porque el hombre es cabeza natural de la mujer, así como Cristo lo es de la Santa Iglesia. Y eso la mujer lo reconoce naturalmente.
Me atrevo a decir, que la tierra ha sido el alma de esta chica la cual ha sido labrada por Nuestro Señor utilizando a uno de sus hijos como instrumento, ¿porqué cuestionar sus caminos?
Finalizando, sepa que no todas las mujeres han tenido madres o educadoras que las hayan formado en la modestia y que en cuanto al entorno mundano resulta realmente difícil apreciarlo sin una ayuda externa, una causa segunda...

Tal vez debí hacer esta aclaración al momento de publicar, pero me ha parecido que la nota se explicaba por si misma.

Le dejo un saludo,
¡Nos vemos!

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