(...)
Os quedasteis, Señora (sea bendito,
momento tan feliz para esta tierra):
Os quedasteis aquí para ser Madre
Amorosa, benigna, dulce y tierna.
La devoción robada nuestra dicha,
pero vos en piedades siempre inmensa,
santificar quisiste nuestro suelo
en él fijando santa residencia.
(...)
Felipe Maqueda
No hay comentarios:
Publicar un comentario